Hoy llegaría hasta el mar, cosa extraña
El mar habla de movimientos, de acomodos; que por mucho que las aguas bailen y se estrellen contra las rocas, siempre se permanece.
Una porción de arena abrazada a los pies, que permita el peso contra su cuerpo y responda en silencio
a este silencio.
Un cielo amplio donde extender esta condición de infancia que nunca se va.